jueves, 3 de diciembre de 2009

Perón: La entrevista perdida


En 1970, el periodista de la revista “Pontevedra para el mundo, todo el mundo”, José Morruchas,  entrevistó al General Juan Domingo Perón en su casa de Puerta de Hierro (Madrid).
El veterano líder político de la Argentina no concedía demasiadas notas, pero hizo una excepción por pedido del sindicalista Manuel Ordoñez y Salejo, secretario del pujante gremio de las confituras de España.
La entrevista nunca fue publicada porque dos días después Morruchas fue secuestrado por el comando uruguayo “Los Championes”, que operaba en el exilio.
La cinta  con la grabación de la nota –que se transcribe en esta página- fue encontrada en enero de 2009 en una granja de los Pirineos.
De Morruchas no se supo nada más.

Entrevista al General Juan Domingo Perón. Puerta de Hierro, 2 de marzo de 1970.

(Comienza la desgrabación)
(Voz de Morruchas): Estoy en el parque de la casa de Perón. Dos guardaespaldas me acompañan hasta unas mesas. Una docena de pequeños perros corretean por el césped y se montan alegremente. Veo, a lo lejos, a María Estela Martínez, la tercera esposa de Perón, a quien llaman “Isabel”, bailando a go go en una de las galerías de la casa. Se acerca el General con paso cansino, acompañado por su secretario José López Rega, a quien llama cariñosamente “Lopecito”.

Morruchas: General, gracias por recibirme.
Perón: Gracias hacen los monos. Ja ja, esa es otra de mis frases famosas.

M: ¿Cómo ve, desde la distancia, la situación actual de la Argentina?
P: Cada vez veo menos, por la presbicia, ja ja. Hablando en serio, creo que la única verdad es la realidad y que no se puede hacer una tortilla sin romper los huevos.

M: ¿Entonces?
P: Los muchachos ya se van a encargar de todo. Mis muchachos.

M: ¿Habla de los cuadros armados?
P: Para cuadros, el Museo del Prado. Los míos son buenos muchachos, que solamente harán tronar el escarmiento si el escarmiento se deja tronar.

M: Se dice que son militantes de izquierda…sin embargo a usted se le atribuye una ideología más cercana a las derechas europeas…
P: Yo soy como los grandes goleadores de la historia del fútbol. La izquierda la tengo para apoyarme, pero le pego siempre con la derecha. ¿No, Lopecito?

M: ¿Qué recuerdos guarda del GOU?
P: Muy lindos…nos divertíamos mucho. Salíamos a patear tachos y a tocar timbres. Llegamos a ser muy famosos, tanto que nos dedicaron un tema musical, un rock, aunque yo prefiero el mambo.

M: ¿Cómo que le dedicaron un rock?
P: En la década del 50, un negrito de Estados Unidos supo todo lo que yo hacía por los negros de la Argentina y quiso conocerme. El grone, creo que se llamaba Chuck Berry, viajó de incógnito y estuvo conmigo como quince días. Vino a uno de los actos tan simpáticos que hacíamos y escuchó que me gritaban “Dale Juan, dale”. Cuando volvió compuso el tema “Vos sí que sos bueno, Juancito”, que se conoció como Johnny B. Good. En el estribillo se puede oír claramente “Gou, Johnny gou gou gou”.

M: ¿Es verdad que estuvo con Benito Mussolini?
P: Sí, con el pelado éramos muy amigos…un tipo muy jodón, muy simpático. Cuando yo le decía “pelado”, el me contestaba “agarráfela con la mano”, j aja. Siempre nos hacíamos bromas, nos empujábamos, nos sacábamos la silla cuando nos íbamos a sentar. En fin…incluso, estando con él, acuñé otra de mis ingeniosas frases: “Benito Cámela”. Ja ja ja ajajaja

M: Hace algunos años, en su país derrocaron al presidente radical Arturo Illia, ¿cómo lo vivió?
P: Me dio mucha pena, pobre Arturo. Lo echó una cuadrilla de bomberos de la Casa Rosada. Se hubiera merecido un golpe mejor. Si yo hubiera estado en el país le mandaba los granaderos o, al menos, a la división perros de la policía. Se merecía un derrocamiento digno, como el de Yrigoyen.

M: ¿Qué mensaje le daría hoy a los argentinos?
P: Les diría que me llevo en mis oídos la más maravillosa de las músicas…

M: (interrumpe) que para usted es la palabra del pueblo argentino.
P: No. Es la voz de Evita cuando me decía “Juan, están listas las milanesas con puré”. Hacía unas milanesas bárbaras.

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